El aumento de pecho sigue siendo la operación de cirugía estética más demandada por las españolas, con entre 18.000 y 19.000 intervenciones al año. Pero ¿se realiza como se debería? ¿Las pacientes están en buenas manos?

La mayoría de mujeres que deciden aumentarse el pecho optan por la implantación de prótesis mamarias. A pesar de que los implantes mamarios son cada día más seguros, la ingente cantidad de información que circula por la red, en buena parte de los casos sin certificado de calidad,  puede llegar a desconcertar a muchas de las mujeres que han valorado la posibilidad de aumentar el volumen de sus pechos.

Hoy en día, las técnicas quirúrgicas de este tipo de operación comparten las mismas complicaciones que otros procedimientos de complejidad media. Programar este tipo de cirugía  en un medio hospitalario adecuado y con todos los últimos avances y cuidados estándar, hace que la incidencia de complicaciones sea realmente baja.

En cuanto a los implantes, pueden colocarse detrás de la misma glándula mamaria y por delante del músculo pectoral, o bien por detrás de dicho músculo, dependiendo de cada caso concreto. Normalmente, es recomendable que la incisión de abordaje para implantar la prótesis está situada en el surco submamario, es decir, por debajo del pecho. En lo referente al tipo de prótesis que se recomienda utilizar, pueden ser redondas o anatómicas, la elección de un tipo u otro dependerá, básicamente de las preferencias de la paciente.

Estos buenos resultados  han disparado su popularidad del aumento de pecho. Sin embargo, no se debe olvidar que todo procedimiento de Cirugía Plástica  es un acto médico, que implica un diagnóstico, una intervención quirúrgica y un seguimiento por parte de un Cirujano Plástico cualificado. Cualquier otro planteamiento que se aleje de estas premisas, sobre todo buscando una reducción de costes, conduce a las complicaciones, a la baja calidad de los resultados y a una menor durabilidad de los implantes. Su salud es lo primero. Piense una cosa: ¿por qué una intervención de cirugía plástica ha de necesitar de menos cuidados que una intervención de apendicitis o de rodilla o de cataratas.

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